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martes, 30 de junio de 2015

Macarons de cereza

¡Hola a todos!

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Ésta es una receta para los más osados, especialmente en medio de ésta ola de calor que estamos viviendo... No puedo prometer que sea fácil, ni rápido. El resultado es fresquito y delicioso, ¡eso sí!



Mi amiga Judith me trajo el otro día un tupper lleno de las cerezas más bonitas que he visto nunca. Eran grandes, casi negras y súper jugosas. Me resistí a no comérmelas todas de una sentada y de ello salió la idea de hacer un curd con ellas.



Si no queréis hacer macarons en pleno verano (cosa que entiendo, sólo las locas como yo se empecinarían en hacerlos con éste calor), el curd de cerezas podéis usarlo en muchos otros platos. Podéis ponerlo en el yogur, o como topping en un buen helado de vainilla, o con las tostadas del desayuno. 




martes, 23 de junio de 2015

Mini bundt cakes de yogur con coulis de frambuesa

¡Hola a todos!

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La receta de hoy es bastante buena. He quedado especialmente contenta con el resultado, un bizcocho ligero y esponjoso, con un sabor suave que casa perfectamente con el del coulis de frambuesa hecho en casa, ligeramente ácido.


Que no os engañe el título de la entrada, en realidad la receta es bastante sencilla. No dista mucho de la receta típica de bizcocho, excepto en que ésta lleva yogur griego.


¡Además la presentación es muy bonita! El bizcocho queda muy blanquito en su interior, y el contraste con la salsa de frambuesas es realmente atractivo.


martes, 16 de junio de 2015

Tarta de albaricoques

¡Hola a todos!

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¡Ya vuelve a ser temporada de tartas! Tengo que confesar que llevo tiempo pensando en ellas. Viendo la fruta de verano ya en el mercado, los melocotones, cerezas, albaricoques... No podía resistirme.



A simple vista puede parecer un poco complicada pero puedo asegurar que no lo es. Una vez está hecha la masa, es cuestión de diez minutos montarla. 



Es jugosa pero no tiene tendencia a desmontarse como otras tartas. De hecho, podéis ver en la foto de debajo que se corta de manera muy limpia.




martes, 9 de junio de 2015

Cómo hacer crepes y Mermelada de ruibarbo y fresas

¡Hola a todos!

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La receta de hoy es una de las primeras cosas que aprendí a hacer en la cocina. Debía de tener unos once años y pasaba parte del verano en la costa Mediterránea, junto con mis padres, tíos y mi prima Núria. Fue ella, de hecho, quién nos enseñó a hacer crepes. Me dejó totalmente anonadada cuando, con un experto movimiento de muñeca, giró la crepe en el aire. Luego fundíamos chocolate y cada uno rellenaba su crepe, decorándola con nata montada o simplemente con un poco de mermelada.



Hacer crepes en casa es más fácil de lo que podáis pensar. Puede hacerse con una sartén anti-adherente, si no tenéis una sartén especial para crepes. Y los ingredientes son tan comunes que probablemente estén en vuestra nevera ahora mismo. 



Éstas crepes están rellenas de delicioso yogur griego y mermelada casera de ruibarbo y fresas. Un postre (o desayuno o merienda) muy fresco y sano, genial para el verano que ya se acerca. Ambas recetas están justo aquí debajo así que, ¡seguid leyendo!


miércoles, 3 de junio de 2015

Tartaletas de chocolate y almendras

¡Hola a todos!

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La receta de hoy no es muy "de temporada" que digamos. Des de luego no es adecuada para un picnic, y, creedme, sé de lo que hablo. Ésta es una receta que llevaba tiempo queriendo hacer. Siempre me ha parecido genial; el crujiente de la masa combinado con la dulzura del chocolate, notar las almendras en tu boca y todo ello sobre una fina capa de caramelo salado.


Sí, tenía muchas ganas de hacerla. Sin embargo, el calor que ya hace en Barcelona se me ha adelantado. Mi plan era llevar estas preciosidades a un picnic con unas amigas. Eran del tamaño perfecto y podían comerse sin cuchara o tenedor, o sea que no ensuciarían nada. Buena idea, ¿no?


Pues no. Obviamente, el calor no es muy amigo del chocolate. Además, hacerlas justo el día que tenía que llevarlas al picnic no fue mi momento más brillante. Me vi obligada a acelerar el proceso de enfriado y, aún así, para cuando habíamos comido y estábamos listas para el postre, el chocolate estaba hecho un desastre.


Nos las comimos, por supuesto. Y estaban deliciosas, pegajosas y dulces. Acabamos lamiéndonos los dedos y limpiándonos las barbillas llenas de chocolate, como si fuéramos niñas otra vez. Me hubiera encantado tener una foto de ese momento pero, no os voy a engañar, mis manos estaban llenas de chocolate también.